Desde hace muchos años, Raúl Ángeles Flores es el dramaturgo de La Gaviota Teatro. Sus historias han llenado de felicidad y asombro a cientos de niños, que desde las butacas, han viajado a “Mundos fantásticos” creados por el también actor y titiritero.
“Mi intención siempre ha sido mostrar que, pese a que existe crueldad en el mundo, la magia también se encuentra ahí sin importar qué”, asevera el dramaturgo sobre su labor.
Es por esta razón que su nuevo libro lleva por nombre Mundos fantásticos, donde presenta tres obras de teatro para las infancias de su autoría: Colibrí o la misteriosa historia de cómo se apagó el sol, Rayo de Luz y De regreso a Neftarú.
“Siento que el punto en común de estas historias es que hablan del camino del héroe; es decir, esta premisa donde el personaje principal no sabe qué hacer, pero que tiene que pasar por muchas peripecias para al final descubrir cuál es su misión o que era la persona indicada para solucionar el problema”, detalla el autor.
Para Raúl, resulta importante hablarle a los niños del mundo desde su propio lenguaje, sin infantilizarlos ni asumir que poseen menos capacidades que la población adulta.
“Soy creyente de que todos los niños y niñas tienen la capacidad de pensar, tienen muchísimos sentimientos igual de complejos que no los distancian tanto de uno. Así que eso es lo que tienen estas obras de teatro para niños, tienen esa capacidad de hacerte un pequeño nudo en la garganta, cargarte de frustración y de muchas más emociones, pero siempre transmitiendo alguna enseñanza poderosa para que tú como espectador puedas decidir qué cambiar si estuvieras en sus zapatos”, asevera.
Mundos fantásticos pertenece a la colección Mascarones de Letra Capital, editorial del Municipio de Querétaro.
Se puede conseguir de forma gratuita en las instalaciones de la Antigua Estación del Ferrocarril, y en los eventos editoriales de Letra Capital.
Sobre las obras de teatro
Colibrí o la misteriosa historia de cómo se apagó el sol habla sobre cómo un Colibrí emprende una serie de aventuras para reparar un gravísimo error que cometió: apagar el Sol. Su vida se cruza con la del señor Zorro, a quien se le ocurre construir un globo aerostático que vuele tan alto como para llegar hasta esta estrella y pueda encenderla con un poderoso soplete.
Rayo de Luz nos traslada a la aldea de los Barbans, donde vive el pequeño Tom, un niño que tiene ganas de comerse al mundo. Todos en la aldea poseen un Dim, el cual les proporciona la energía necesaria para vivir, por esa razón lo cuidan y protegen. Para su desafortunada desgracia, Tom es un aventurero y en una de sus ocurrencias, termina por romper su Dim. Este suceso lo arrastrará él y a su amiga Sara por una misión que los adentrará a un bosque lleno de peligros. Ahí sus caminos se cruzarán con Gremick y con el temido Gloubat, quien hará todo lo posible por saborear un delicioso Dim.
De regreso a Nefterú nos invita a recorrer el ciclo de la vida. Ese andar nos topará con seres sabios, bondadosos y malvados; ballenas y musgo que crece sobre la hierba. Éstos y otros seres nos llevarán al “corazón del invierno de fuego, donde el cielo se funde con la tierra, donde se ha desatado la batalla, un épico duelo entre Sum y Bafeltof, una lucha antigua”. Sum, de cabellos de nieve y ojos de hielo, posee la fuerza de los antiguos vientos que azotan el Nefterú y con cada grito suyo convocará a los relámpagos que iluminan el frío.
