Estudiar en el exterior se ha convertido en la meta de muchos. Instruirse fuera del país representa una oportunidad, no sólo de perfeccionarse en el plano laboral, sino también de conocer una cultura diferente.
Pero, ¿cómo saber qué destino es el más conveniente? Aquí te compartimos los 3 mejores:
- Londres (Reino Unido)
Con una puntuación de 100 y un total de 8.986 programas universitarios, Londres ocupa el primer puesto como la mejor ciudad para estudiar en el extranjero.
La capital de Reino Unido ofrece oportunidades culturales, económicas y educativas que son excepcionales. Cuenta con varias de las mejores universidades del mundo, con sus verdes campus, museos de renombre y una variedad de ofertas gastronómicas, culturales y de ocio.
Además, es uno de los países que permite que sus estudiantes internacionales trabajen, y actualmente existen numerosas ayudas económicas para estudiantes extranjeros.
- Munich (Alemania)
Con una puntuación de 95 puntos y 70 programas universitarios, Munich ocupa el segundo lugar. La amplia variedad cultural y su excelente nivel educativo, la convierte en una ciudad predilecta para miles de estudiantes que viajan de intercambio, desde distintas partes del mundo.
Por qué puede ser conveniente irse a estudiar a Alemania
La educación en Alemania no solo es gratuita y de primera calidad, sino que la ciudad también es asequible para el día a día, con muchas comodidades que hacen que se pueda vivir con un presupuesto estudiantil, según Assist Card.
- Seúl (Corea del Sur)
La ciudad coreana está a la par con 95 puntos y con un amplio abanico de programas estudiantiles. Siendo uno de los países más seguros para formarse, su número de estudiantes internacionales aumenta cada año.
El gobierno facilita la entrada a los alumnos internacionales con la finalidad de que puedan estudiar en el país y además tener la oportunidad de trabajar tiempo parcial.
Las autoridades también han facilitado las condiciones laborales para que los estudiantes internacionales encuentren trabajo después de egresar. Todos estos estímulos provocan que cada vez más argentinos elijan a Seúl como destino educativo.