Con su mezcla revolucionaria de rock, pop y rhythm ‘n’ blues, el disco «Thriller» de Michael Jackson rompió barreras, y cuatro décadas después, sigue siendo una referencia, ahora con títulos inéditos en una nueva edición.
Desde su lanzamiento, el 30 de noviembre de 1982, «Thriller» ha vendido más de 100 millones de álbumes.
El disco consagró a Michael Jackson como el «Rey del Pop». Trece años después de su muerte, la plataforma Spotify contabiliza 36.7 millones de descargas mensuales de canciones del ídolo.
Con nueve títulos en su edición original, algunos clásicos como el propio «Beat it» o «Billie Jean», el disco sale ahora en formato doble (en versión CD), con un total de 34 canciones, entre inéditos y versiones.
El «Thriller 40» incluye una versión de «Billie Jean» interpretada por el rapero Kanye West y otra de «Beat It» con la cantante Fergie.
Ni siquiera las acusaciones de pedofilia, que opacaron totalmente su carrera al final de su vida han conseguido dañar su fama.
«Michael es alguien a quien admiro. No es una personal real. Cuando empecé en el mundo de la música, a lo único a lo que aspiraba era a ser como él», explicó recientemente el cantante de origen canadiense The Weeknd al semanario GQ.
Quincy Jones, clave del éxito
Además de la meticulosidad legendaria de Michael Jackson, buena parte de la magia de «Thriller» se debe a la producción de Quincy Jones, que ya había trabajado con Jackson en «Off The Wall», un disco de 1979.
Y eso que inicialmente la discográfica no lo quería como productor.
«Lo veían como un productor de jazz, una música que apenas vendía, según los directivos», explica Olivier Cachin, autor de dos libros sobre Jackson.
La colaboración entre Jones y el obsesivo Jackson provocó chispas. Literalmente.
«Cuando estábamos acabando ‘Beat It’ (…) trabajábamos cinco días y noches, sin dormir. En un momento dado, ¡los altavoces empezaron a sacar llamas!», recordó años más tarde Quincy Jones en una entrevista con la revista Rolling Stone.
«Thriller» fue una osada combinación artística. Jackson utilizó al guitarrista heavy Eddie Van Halen para «Beat It» y al ex-Beatle Paul McCartney para la balada «The Girl is Mine».