La Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos de Bolivia llegó a Alemania el 10 de marzo para continuar preparando lo que sería su participación en el Festival de Música de Berlín, 10 días después. Sin embargo, y al igual que sucedió con prácticamente todos los asuntos globales, el avance de la pandemia de coronavirus alteró sus planes.
No solo fue cancelado el evento, sino que también fue afectado su vuelo de regreso a Bolivia. Al mismo tiempo, las autoridades germanas cerraron las fronteras, impusieron estrictas medidas de aislamiento social. Poco después, Bolivia hizo lo propio.
Más de dos meses después, los 25 miembros del grupo musical continúan confinados en el país europeo. Y, más concretamente, un castillo de aproximadamente 600 años de antiguedad que supo ser habitado por miembros de la realeza alemana.
Al lado de la masiva edificación se encuentra emplazada la Academia de Música de Rheinsberg, donde la orquesta tenía arreglada una corta estadía en el marco de su viaje. Sin embargo, el calendario marca que ya lleva más de 70 días de duración.
En el interín han podido continuar con sus ejercicios sin problemas, considerando que la Academia cuenta con 25 salas de ensayo de distintos tamaños, una biblioteca especializada en música y 40 habitaciones.
De hecho, en una publicación realizada el pasado 10 de mayo con motivo del 40° aniversario del grupo, la orquesta agradece a 10 organizaciones distintas por ofrecerles “distintas alternativas de trabajo que nos permitieron cubrir los costos de nuestra estadía forzada en Alemania”.
En consecuencia, la orquesta se encuentra grabando audio, video y presentaciones digitales. Y ha lanzado un proyecto de crowdfunding en redes sociales para obtener financiamiento.