Lang es el nombre y Lang el apellido, aunque la ubicuidad mediática del pianista se presta al enredo de una versión melómana de Jeckyll y Hyde. De tal manera que Dr. Lang se habría encerrado en el laboratorio del estudio de grabación para justificar la pertinencia de sus Variaciones Goldberg ante quienes consideran que la fragilidad de la música de Bach no se compadece con los excesos virtuosísticos de Mr. Lang, ese que hace unos días se enroló en la orquesta del desfile parisino de Pharrell Williams para Louis Vuitton y que llega esta tarde al Auditorio Nacional de Madrid para presentar su último disco para Deutsche Grammophon, una insólita, desconcertante y hasta genial colección de versiones de canciones de películas de Disney.
