Una española, una británica, una australiana y dos estadunidenses serán las que este domingo escriban un nuevo capítulo en la historia del Oscar al batirse en duelo para obtener la estatuilla dorada. Penélope Cruz, de la mano de Pedro Almodóvar, contenderá por su trabajo en Madres paralelas; Olivia Colman hará lo propio por La hija oscura, ópera prima de la actriz Maggie
Gyllenhaal; Nicole Kidman lo hará por su interpretación de la actriz Lucille Ball en Being the Ricardos; mientras que Jessica Chastain y Kristen Stewart competirán por Los ojos de Tammy Faye y Spencer, respectivamente.
De todas ellas quien se perfila como la favorita es Jessica Chastain, quien por fin, después de tres nominaciones en su carrera, tiene altas posibilidades de llevarse el preciado Oscar. La actriz, quien ayer cumplió 45 años, se sometió a poco más de siete horas diarias en la sala de maquillaje, en la que le pusieron prostéticos, para poder darle vida a Tammy Faye, aquella telepredicadora evangelista que durante varios años entró, junto a su esposo Jim Bakker, a la casa de millones de estadunidenses, creando un imperio financiero que se desmoronó cuando se destaparon varios escándalos debido al desvío de fondos que hizo su marido, así como a la homosexualidad del mismo.
“De todos los proyectos que he tenido éste ha sido el más divertido para investigar. Disfruté ver todos los videos de Tammy, disfruté verla reírse a carcajadas cuando todo empezó a desmoronarse, amé ver cómo le llegaba a todos, cómo se ponía sentimental o rezaba por los demás. Yo puedo ser una mujer reservada en mi vida diaria y ella era una mujer muy amable y tenía los brazos abiertos para todos. No pude quitarme de la cabeza lo injusta que había sido con ella la vida, los medios y la sociedad” compartió Chastain sobre su personaje, al que descubrió en 2012 cuando vio el documental The Eyes of Tammy Faye, de 2000.
Aunque los sitios especializados en cine, como GoldDerby, dan como triunfadora a Chastain, la británica Olivia Colman le pisa los talones gracias al trabajo que realizó sobre una mujer madura que tras unas vacaciones revive pasajes de su pasado luego de conocer en ese viaje a una joven madre. La británica de 48 años, poseedora de un Oscar por su papel en La favorita, se puso bajo las órdenes de Maggie Gyllenhaal, hermana del también actor Jake Gyllenhaal para darle forma a La hija oscura, drama disponible en Netflix.
La opinión de la crítica está dividida entre Nicole Kidman y Kristen Stewart para ocupar el tercer puesto de la quinteta de nominadas. Una gran mayoría celebra la ejecución que Kidman hizo de Lucille Ball, aquella actriz y productora ejecutiva que se convirtió en un referente de la cultura pop gracias a su trabajo en programas como I Love Lucy o The Lucy-Desi Comedy Hour, mientras que otros tantos quedaron seducidos por el trabajo de Kristen Stewart, la más joven de dicha categoría con 31 años, al interpretar a Lady Di en uno de sus momentos de más crisis existencial. El filme de Kidman, ganadora en 2003 de un Oscar por The Hours, se puede ver en Amazon Prime Video y Spencer se estrenó en salas de cine.
Penélope Cruz no se queda atrás y con Madres paralelas obtiene su cuarta nominación al Oscar (ganó una estatuilla en 2009 por Vicky Cristina Barcelona). En esta cinta, disponible en Netflix, Penélope le da vida a una fotógrafa que decide ser madre soltera y se enfrenta a un dilema cuando se da cuenta de que le cambiaron a su hija al nacer.
De la categoría en cuestión tres de las contendientes interpretan a mujeres que existieron y de las cuales hay distintos materiales fílmicos o impresos, mientras que las otras dos (Penélope Cruz y Olivia Colman) construyeron a una mujer desde cero.