El cantante español, Camilo Sesto, murió a los 72 años de edad el pasado sábado cerca de las 22:30 horas.
Este lunes recibieron el cuerpo en la sede central de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), donde se instaló una capilla para que seguidores tengan la oportunidad de asistir y despedir al cantante.
Fue a diez minutos de las 12 del mediodía cuando abrió sus puertas la capilla ardiente para que pasaran ante el féretro cerrado personas llegadas, en algunos casos, desde fuera de Madrid, como Carla y su madre, que tras viajar de noche en un autobús con origen en Barcelona encabezaban desde primera hora una larguísima cola cuyo final no se atisbaba a las puertas de la SGAE.
Entre los primeros rostros populares que visitaron el lugar, las artistas Marian Conde y Encarnita Polo, quien recordó los viajes que hizo con el cantante y su «tremendo sentido del humor», una constante entre sus conocidos.
De su calidad como autor habló el compositor y director de orquesta Luis Cobos. «Es un artista como la copa de un pino que abrió puertas tanto como Julio Iglesias o Paco de Lucía; un ejemplo de fertilidad y talento creativo cuyas composiciones no se parecen nada a las de otros artistas ni entre sí», dijo el también presidente de AIE (Asociación de Intérpretes y Ejecutantes).
Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid y miembro de la ejecutiva de Ciudadanos, destacó por su parte cómo «además de poner música a nuestras vidas, en una España triste en blanco y negro, se atrevió a traer un musical del otro lado, la modernidad, ahora que dicen que Madrid es un Broadway latino».
Sesto, cuyo verdadero nombre era Camilo Blanes Cortés, nació el 16 de setiembre de 1946 en Alcoy, Alicante, y se inició en la música con un grupo de amigos, Los Dayson, antes de mudarse a Madrid en 1964 con la intención de perseguir su sueño.